El
escape es el mecanismo que permite acompasar la frecuencia en la marcha
del reloj. El escape surgió, cuando el elemento impulsor del mecanismo
eran una pesas, como un sistema para limitar el efecto uniformemente
acelerado que éstas inducían al mecanismo. Lógicamente, el movimiento del
mecanismo de relojería debe ser constante sin ningún tipo de aceleración
o deceleración, que induzca error en la medida del tiempo. Existen más de
200 tipos distintos de escapes, que responden a tres grupos básicos, en
función de la acción que ejercen sobre el movimiento de los engranajes:
-Escape de retroceso
-Escape de reposo
-Escape libre
En
los escapes de retroceso la rueda que determina el movimiento constante
del mecanismo avanza paso a paso, pero tras cada avance sufre un ligero
retroceso impuesto por el moderador; en cambio, en los escapes de reposo
el moderador induce una interrupción momentánea en el avance, pero no
determina ningún movimiento de contraavance. Los escapes libres se
caracterizan por que el elemento regulador (bien sea el pendulo o
volante) no está en contacto con el motor, cuya marcha está condicionada por
un órgano adicional. Los modelos de escape más habituales son el de áncora, cilindro o paletas.
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Escape de áncora
La
particularidad del escape de áncora, que lo distingue de otros escapes, es
que la impulsión no es dada directamente al volante o pendulo, por la
rueda de escape, sino por una pieza intermediaria el áncora, que recibe la
impulsión sobre sus dos palas y la transmite al volante o pendulo por
su «tenedor». Este actúa sobre un dedo de impulsión (leva o
rastrillo) solidario del eje del volante durante un tiempo muy corto, en
el momento en que la velocidad angular del volante o pendulo es máxima, y
deja el volante «libre» durante la mayor parte de su oscilación. Este es
el tipo de escape más habitual, desarrollado a mediados del siglo
XVIII, por Thomas Mudg (1759), alumno de George Grahan, desde entonces ha
sufrido infinidad de mejoras e innovaciones. Este tipo de escape es el
prototipo de escape libre. Su introducción, no obstante, no determinóla
desaparición de otros escapes, especialmente el escape de cilindro; ambos
coexistieron a lo largo del siglo XIX, generalizándose a finales de siglo
el de áncora.
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Hay
un sin fín de escapes de áncora distintos, los más habituales son el de
Graham, desarrollado a principios del siglo XVIII, y considerado como el
prototipo de este tipo de escapes, y el escape suizo, que se introdujo a
principios del siglo XIX, en el que las palas deláncora inciden sobre los
dientes sobre una superficie plana, con lo que el desgaste es menor. El
ilustre relojero Breguet llegó a diseñar escapes de áncora que portaban
sobre sus palas rubíes u otras piedras semipreciosas para reducir el
rozamiento entre piezas a su mínima expresión. El interés de los
relojeros por este escape no se despierta hasta que aparece el escape
Massey (Edward Massey, 1770-1852) que hizo notables mejoras sobre el
sistema de Mudge. Josiah Emery (1725-1797, George Savage-autor del escape
llamado de «dos clavijas» y Antoine Tavan, hicieron nuevos
ensayos, este último con dientes en forma de báculo. Por fin, Breguet hizo
también diversos tipos de escape deáncora entre sus creaciones
especiales, llegando a poner piedras (rubíes) en las bocas del áncora para
reducir el frotamiento durante el traspaso de la impulsión. Este nuevo
sistema tardó en imponerse de forma generalizada, porque se había
advertido que el de cilindro daba buenos resultados, mejorando
sensiblemente los del anterior, de catalina. Su introducción no
desbancó, ni mucho menos, al escape de cilindro, sino que ambos se
mantuvieron, llegando a óptimas calidades ambos, durante más de 80 años.
Finalmente se impuso del todo a fines del siglo XIX, hasta nuestros días.
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Escape de paletas
Esta
formado por una rueda dentada, con los dientes dispuestos de forma
transversal al plano de la rueda, y un vástago vertical con expansiones o
paletas que actúan sobre los dientes. Este escape, de retroceso, se
utilizó desde el siglo XIV en relojes de torre.
En
español se le ha dado abreviadamente el nombre de escape catalina al
que en realidad es un escape de paletas (en francés, sin embargo, de
verge, varilla en la que están las paletas); pero la expresión correcta
sería: escape de rueda catalina, si se quiere nombrar por la forma de la
rueda (que recuerda la que se utilizó en el martirio de Santa
Catalina, según la Hagiografía, de la que tantas representaciones hay en
la Pintura española), y no por la pieza que efectivamente hace la función
de escape. Es un escape de retroceso que se encuentra en los relojes de
bolsillo desde su aparición, a fines del siglo XV, y se ha utilizado
durante más de 350 años, habiendo sido sustituido por el escape de
cilindro, primero, y por el de áncora, después.
El
peso hace girar el tambor con una rueda dentada que acciona la aguja y
la rueda catalina que constituye el escape (en rosa). El movimiento de la
rueda de escape está obstaculizado por las paletas fijas a la varilla (en
azul). A la varilla está unida otra transversal, con pesos (en
amarillo), que gira aceleradamente inducida por una de las paletas, hasta
que la otra paleta choca con otro diente de la rueda de escape y produce
un movimiento en sentido contrario.
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Ilustración del libro de Giovanni da Dondi, Il Tractus Astarii, en el que describe un escape de paletas. Mediados siglo XIV.
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Escape de cilindro
El
escape de cilindro es un escape de reposo, se compone de dos piezas: la
rueda de escape y el cilindro, propiamente dicho, que es el elemento que
intercepta el movimiento. Este tipo de escape fue concebido en 1695 por
Thomas Tompion, pero fue mejorado por George Graham. El cilindro es un
tubo de acero con su pared lateral parcialmente perforada, de forma que
permite el acceso completo a su interior de uno de los dientes de la
rueda de escape.
Como sucede
tantas veces en relojería, no es quien concibe una innovación o realiza
un invento el que llega a verlo trasladado a la práctica. Thomas Tompion
concibió desde 1695 este escape, y su ensayo sería mejorado hacia 1720
por George Graham, que había sido discípulo suyo. El escape de cilindro se
compone de dos piezas: la rueda, llamada de escape, y el cilindro
propiamente dicho. En principio, la rueda se hizo de latón, para que el
roce no fuese acero-acero; después se prefirió el acero para ambas
partes, porque el aceite se conserva puro en ellas. El cilindro de
rubí, en el que la parte de rubíse llama teja, fue introducido por
Breguet. No por ello dio mejor resultado; pero, modificado por los
ingleses, su «caña» es una maravilla de la técnica. No obstante, hubo de
abandonarse por su alto costo y la competencia imparable ya del escape
de áncora.
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La
rueda se compone de dientes puntiagudos, largos e inclinados, montados
sobre pequeñas columnas adheridas al campo de la rueda, el cual
está vaciado en forma de U. Con frecuencia se observa que la rueda de
escape no está plana: los antiguos relojeros usaban este pequeño truco para
que la rueda cambiase la línea de frotación en su giro, y la hiciese más
ancha, con el consiguiente menor desgaste. El cilindro se compone de una
caña de acero, cuyas extremidades están cerradas por dos tapones, y su
diámetro exterior es tal que penetra libremente entre una punta y un
talón de diente, mientras que en el vacío debe penetrar libremente un
diente de la rueda. En la parte media hay dos entalles, destinados el uno
a dejar pasar, dentro del cilindro, uno de los dientes propiamente
dichos, y el otro, las columnas de la rueda durante el arco suplementario.
Las partes cortadas del cilindro están redondeadas para obtener la
salida y el reposo deseado. Los tapones ajustados en los extremos
permiten hacer los pivotes que formarán el eje de pivotamiento. Sobre el
cilindro está ajustado a presión fuerte un asiento de latón sobre el cual
va remachado el volante y sujetada la virola del espiral.
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Escape dúplex
Pertenece
al grupo de los escapes de reposo, y fue inventado por Bautista Dutertre
hacia 1730; pero mejorado por Pierre Le Roy en 1759, que fabricóun escape
realmente utilizable y que pudo ser montado en relojes de bolsillo.
Empezó haciéndolo
de dos ruedas, una mayor y otra de menor diámetro, montadas una sobre
otra; de ahí el nombre de «dúplex» que ha perdurado, y que significa
precisamente doble; pero luego se resolvió por una sola. En ella hay unos
dientes de impulsión bajo forma de espolones perpendiculares a la
superficie de la rueda (llanta) y otros puntiagudos que entran en contacto
con el cilindro de reposo montado sobre el eje de volante. Hay
curiosísimas variedades en este sistema. Recomendamos de nuevo el libro
de Meis, donde reseña el «escape dúplex chino» y el «de estrella», de
Jacot (1830), el de «rueda tangente» de Samier (1850) y el «dúplex de áncora» de
Jeanrichard (1860).
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Escape vírgula
Se
trata de un escape a reposo. Su composición reagrupa elementos del
escape de cilindro y del escape dúplex. Su invento se atribuye a Antoine
Lépine (1750) o a Jean André Lepaute, ambos franceses. De enorme
escasez, apenas aparece uno al año entre todos los catálogos de subastas
que se publican (más de un centenar).
La
parte activa del eje de volante tiene forma de coma (vírgula) y es el
origen de esta denominación. La mayor parte del tiempo, el eje de volante
y la vírgula se fabricaron en una sola pieza; más raros son los que se
hicieron en varias partes. Los dientes de la rueda de escape tienen
pequeños cuellos perpendiculares que actúan sobre la vírgula. Lepaute y
Caron se disputaron la invención casi simultánea (1755) del escape de
doble vírgula. Los cuellos de la rueda de escape van alternativamente
arriba y abajo de ella. La vírgula es también doble y está implantada de
tal suerte que el volante recibe una impulsión con cada oscilación. No
se deben confundir con los escapes de pasadores ni con los de pasadores
a áncora, ya que en este caso los dientes actúan directamente sobre el eje
de volante, sin intermediario, como el áncora. La palanca se sitúa en
totalidad sobre la vírgula.
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Escape en relojes de 400 dias
Esta
sección está dedicada a los dos tipos de escapes generalmente usados en
estos relojes: el Graham (latido bajo) y la paleta de alfiler. Los relojes
experimentales tenian escapes de cilindro, pero la primera producción de
relojes hechos por Jahresuhrenfabrik tenía movimientos con escapes de
Graham. Relojes hechos por Badische Uhrenfabrik durante los comienzos de
1900 usaron escapes de paleta de alfiler. Todos otros fabricantes,antes
de la Primera Guerra Mundial, usaron el escape Graham. Sobre 1954, Kundo
lanzó sus miniatura con escape de paleta de alfiler. Creó muchos problemas
así que Kundo reemplazó las máquinas y fabrico el mismo reloj con un
escape de Graham. Posteriormente, Kern, Schatz, Koma, Haller y Nisshindo
usó escapes de paleta de alfiler con éxito en sus movimientos en
miniatura. Mientras los principios del escape de Graham son aplicable a
la paleta de alfiler, la paleta de alfiler es tratada por separado en
esta sección, porque difiere en su acción y reparación.
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Escape de Graham
Con
este escape, hay solamente tres tipos de ruedas de escape, aquellos con
20 dientes (Figure 1) y aquellos con 12 y 15 dientes (Figure 2). Las
diferencias en la forma de diente no tiene importancia. Algunas ruedas
de escape son macizas, otras son con radis cruzados. Hay dos tipos de áncora, aquellos con paletas graduables indicadas en Figure 3 (dibujos
aproximados) y paletas inajustables macizas (Figure 4). La primera
producción de Jahresuhrenfabrik, usó áncora con paletas macizas y ag..
Schatz&Sohne continuaron usando áncora con paletas macizas durante
años. Una ventaja de la paleta maciza: no se puede ajustar. La mayoría de
fabricantes de estos relojes que usaron escapes de Graham los equiparon
con paletas graduables.
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Escape de paleta de alfiler
En
este escape, también hay dos tipos de ruedas de escape, aquellos con 12
dientes y 15 dientes (5a de cifra). Hay solamente una forma de áncora de
paleta de alfiler mostrado en 5b (dibujos aproximados) aunque los
alfileres son más apropiados para los escapes de 15 diente, que para los
12 dientes.
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